Diez estudiantes del ITBA se consagraron campeones en una prestigiosa competencia internacional de nanosatélites.
Argentina hizo historia. Diez estudiantes del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) se consagraron campeones del Mundial de Ingeniería Aeroespacial organizado por la NASA y la American Astronautical Society, en Virginia, Estados Unidos. Lo lograron diseñando y lanzando un CanSat, un satélite del tamaño de una lata de gaseosa, capaz de cumplir una misión aeroespacial completa.
El desafío no era menor: había que desarrollar un satélite en miniatura que, tras ser lanzado a 700 metros de altura por un cohete, debía descender de forma controlada, transmitir datos en tiempo real y registrar imágenes aéreas de todo el vuelo. Como si fuera poco, debía soportar condiciones extremas de presión, temperatura y aceleración.
Una misión de precisión a cargo de talento argentino
El CanSat argentino contó con un sistema de autogiro diseñado especialmente para garantizar un descenso suave, una telemetría que enviaba información en vivo a tierra –como temperatura, presión y velocidad de descenso– y una cámara a bordo que filmó cada segundo del viaje. Además, desarrollaron un software propio para procesar y analizar los datos tras el aterrizaje.
El equipo estuvo integrado por Santiago Bolzicco, Ezequiel Bozicco, Micaela Perillo, Rafael Dalzotto, Emanuel Albornoz, Agustín Pilotto, Daniela Maradei, Thomas Marthi, Santino Agosti y Agustín Martínez, todos estudiantes de distintas ramas de la ingeniería.
El único equipo argentino y latinoamericano
De los 40 finalistas, 20 eran de Estados Unidos, mientras que Argentina fue la única representante de América Latina. En segundo y tercer lugar quedaron Turquía y Taiwán, respectivamente.
El certamen, que cuenta con el respaldo de gigantes como Lockheed Martin, Siemens y el U.S. Naval Research Laboratory, es una de las competencias internacionales de ingeniería aeroespacial más prestigiosas.