Gustavo Rizzo, propietario de la reconocida librería Fray Mocho Libros, compartió su entusiasmo tras su exitosa participación en la reciente Feria del Libro de Gualeguaychú. El evento, que tuvo lugar el pasado fin de semana en los galpones del puerto, fue un respiro bienvenido en un contexto económico desafiante para los comerciantes.
Una Organización Impecable que Superó las Expectativas
Rizzo, quien no pudo asistir el año anterior, destacó la "organización impecable" por parte de la Municipalidad de Gualeguaychú. La disposición de los stands, la amplitud de los pasillos que facilitaban la circulación y la variedad temática de los libros, desde literatura infantil hasta ofertas y saldos, fueron puntos clave. "Me llamó la atención la organización, la diagramación de los galpones del puerto, con todos los sectores que nos asignaban a los libreros, a los autores, a las editoriales que estuvieron presentes", comentó Rizzo, haciendo una comparación con la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires por la presencia de dos escenarios simultáneos y la oferta gastronómica y artística, elementos que enriquecen la experiencia del visitante.
Éxito en Ventas y la Estrategia de las “Mesas de Saldos”
Pese al contexto económico adverso, Gustavo Rizzo se mostró muy satisfecho con las ventas. Su estrategia de combinar libros de "línea" (los más recientes y populares) con una gran variedad de ofertas y saldos demostró ser un acierto. "Llevé algunas cositas de libros de línea, lo que está de moda, y después llevé muchas ofertas, porque quería que la gente vea también que hay muchas oportunidades, que no es solo el libro que está de moda, que sale en los diarios, que vale caro, sino que hay excelentes libros que tenemos en las librerías que hacemos ofertas", explicó.
Las "mesas de saldos" se nutren de libros con precios más accesibles, que pueden ser ejemplares que no se vendieron en el pasado, tiradas liquidadas por las editoriales o incluso ediciones importadas que no tuvieron el mismo éxito en el mercado local. Rizzo enfatizó que, aunque no se trate de los títulos "de moda", son "excelentes libros" y de "buenos autores" que permiten a los lectores acceder a material de calidad a precios muy convenientes, como novelas, policiales o libros de autoayuda, por un valor significativamente menor que un bestseller actual.
El Resurgir de la Literatura Infantil y el Eterno Encanto del Libro Físico
Al analizar las tendencias en el rubro, Rizzo destacó el notable crecimiento de la literatura infantil. La amplia variedad de formatos y propuestas, desde libros con texturas hasta aquellos que interactúan con agua o stickers, captan la atención de los más pequeños. Mencionó el éxito de los libros de búsqueda (similares a Buscando a Wally) y la renovada popularidad de la serie "Elige tu propia aventura", que ofrece a los niños una forma interactiva de adentrarse en la lectura a un precio accesible.
En un debate sobre el futuro del libro físico frente al digital, Rizzo defendió con vehemencia el papel. "El libro de papel no va a morir nunca", afirmó, comparándolo con la persistencia de los discos de vinilo frente a la música digital. El "placer de la lectura en papel", la independencia de la batería de un dispositivo y la capacidad de interactuar con el texto (subrayar, escribir notas) son, para él, experiencias insustituibles. Incluso recordó sorprendentes anécdotas de la pandemia, donde jóvenes que ya habían leído libros en formato PDF los buscaban en formato físico, demostrando que existe una cultura de valoración del libro en papel entre las nuevas generaciones. "Mientras la gente tenga la intención de leer autores, que lo lea en el formato que sea, lo importante es no perder esto de la curiosidad, la capacidad de asombro, la de investigar, la de leer, todo lo que tenemos a mano, que es el universo que tenemos a nuestra disposición", concluyó.