El pasado domingo a la madrugada, a la salida de un boliche de Urdinarain, una joven de 23 años a punto de finalizar su carrera de Medicina fue víctima de una brutal agresión. La atacaron dos mujeres, una de ellas, una boxeadora con antecedentes de violencia.
Según el relato de su familia, la agresión ocurrió sin mediar palabra. Las atacantes no solo la golpearon, sino que la agarraron del cabello y continuaron agrediéndola con patadas una vez que la joven estaba en el piso. Dada la diferencia de edad y el entrenamiento en boxeo de una de las agresoras, los golpes pueden considerarse un arma.
La agresión se llevó a cabo a escasos 30 metros de un patrullero. A pesar de la cercanía de los agentes, las agresoras, luego identificadas como J. D. y T. G., ambas mayores de edad y con hijos, se retiraron caminando sin ser detenidas.
Afortunadamente, la víctima no sufrió fracturas, pero presenta numerosos moretones en el rostro y el cuerpo. La indignación de su familia es doble: por la violencia sufrida y por la pasividad de la policía ante un hecho que quedó registrado en video.
La familia ha tomado acciones legales, presentando la denuncia formal ante la policía y la fiscalía. Como resultado, ya se emitió una orden de restricción perimetral para que las agresoras no puedan acercarse a la víctima.
A pesar de la impotencia y el dolor, la joven ha decidido seguir adelante.