Hasta el martes, en la Casa Rosada no esperaban contar con un dictamen de mayoría propio para el Presupuesto 2026. Salió por una firma de diferencia por encima del texto que impulsaba el peronismo y le permitió al Gobierno allanar la previa de la batalla que se avecina para fin de año: un período de extraordinarias que apuntará a sacar, lo más rápido posible, las iniciativas más impopulares, como la reforma laboral e impositiva. Los desacuerdos internos por la pelea contra los sindicatos y el incremento de la conflictividad que podría empañar la agenda que se extenderá hasta fines de febrero. Santilli rodeado. Leer más
